Es una enfermedad crónica de la piel caracterizada por enrojecimiento persistente, vasos dilatados y, en algunos casos, lesiones similares al acné. En primavera, con el aumento de la temperatura y la exposición solar, los síntomas suelen agravarse.
Factores que empeoran la rosácea
Exposición solar sin protección.
Consumo de alcohol, comidas picantes o muy calientes.
Cambios bruscos de temperatura.
Estrés.
Consejos prácticos de cuidado diario
Usar protector solar especial para piel sensible todos los días.
Evitar cambios bruscos de temperatura (ejemplo: agua muy caliente en el rostro).
Hidratación adecuada con cremas ligeras y calmantes.
Tratamientos dermatológicos
Tópicos médicos.
Medicamentos orales: en casos severos.
Luz pulsada (IPL): mejora el enrojecimiento, la rosácea inflamatoria y la textura cutánea.
Conclusión: Con los cuidados adecuados y el acompañamiento médico, es posible controlar la rosácea y disfrutar de la primavera en Córdoba Capital sin molestias en la piel.